miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL PHUBBING




EL PHUBBING

Se inició hacia el año 2007 con el nacimiento del Smartphone o teléfono inteligente, que sintetizaba en pocas pulgadas la potencia de un ordenador de sobremesa. Con la posibilidad de mantenerse conectado a Internet a cualquier hora y en cualquier lugar, se generalizó esta obsesiva práctica que muchos perpetúan sin ni siquiera saberlo

El “phubbing” (término formado a partir de las palabras inglesas pone y snubbing) consiste en el acto de menospreciar a quien nos acompaña al prestar más atención al móvil u otros aparatos electrónicos que a su persona.  Sus argumentos aluden al protocolo más básico a la hora de sentarse a la mesa, que reprocha empezar a comer antes de que todos hayan sido servidos o coger comida del plato de otros comensales, y que por ende reprueba el acto de ignorar a quien tenemos al lado.

TELÉFONOS INTELIGENTES VS. TELEVISIÓN

Recientemente, estudio realizado por eMarketer, empresa especializada en marketing digital, reveló que durante 2013: 
  • De las 5 horas que los adultos pasan en medios digitales, aproximadamente 2 horas y 21 minutos se dedican a actividades en dispositivos móviles, como uso de Internet en teléfonos inteligentes y tabletas, más que en computadoras de escritorio y portátiles.

SMARTPHONES VS. RELACIONES SOCIALES

Expertos señalan la existencia de adicción a las redes sociales mediante el uso de Smartphone, aunque los efectos negativos sobre la salud mental son cada vez más frecuentes no sólo en quienes usan teléfonos inteligentes, sino cualquier dispositivo móvil, como tabletas y juegos de video portátiles. 

  • Los restaurantes experimentan 36 casos de phubbing en cada sesión de cena, equivalente a permanecer solo 570 días mientras estás en compañía de otras personas.
  • Ciudad de México ocupa el noveno lugar con mayor cantidad de phubbers (dependientes de tecnologías móviles) en el mundo: 4,450,000; los primeros puestos son para Nueva York (19,750,000), Los Ángeles (15,250,000), Londres (12,875,000), París (10,638,000), Hong Kong (10,097,000), Sídney (9,873,672), Tokio (4,750,000) y Seúl (3,474,281).
Por su parte, el estudio Mobile Consumer Habits de Harris Interactive revela que algunos jóvenes revisan aproximadamente cada 15 minutos su celular en busca de notificaciones provenientes de sus redes sociales, sin importar qué actividades estén realizando (comer, estar en clases, cine o, incluso, en la intimidad con su pareja). 


SALUD MENTAL VS. PHUBBING

El phubbing es considerado síntoma de adicción, en este caso a las redes sociales a través de dispositivos móviles y, por ello, un problema de salud mental, ya que el uso excesivo de las nuevas tecnologías puede afectar especialmente a niños y adolescentes, ocasionando: 
v  Ansiedad.
v  Trastornos de sueño.
v  Problemas de aprendizaje.
 Para combatirlo, tú puedes: 
v  Suspender el uso de tu smartphone mientras estés platicando con familiares y amigos.
v  Detener tu conversación y solicitarle al phubber que te repita lo que dijo.
v  Enseñarle a niños y adolescentes a usar las nuevas tecnologías de forma responsable.
Aunque aún es prematuro determinar si el uso obsesivo de las nuevas tecnologías se impondrá definitivamente a las relaciones sociales cara a cara, es un hecho que estas últimas ayudan a mantener la salud mental y estrechar lazos entre familiares y amigos.

¿QUÉ SE PUEDE HACER?



  • Como parte de la campaña Stop Phubbing, hay una carta modelo para enviarla a amigos que realizan esto y no se dan cuenta, por lo que se le explica qué prefieres hablar sin aparatos de por medio.
  •   Y si trabajas en algún local de servicio como restaurantes, hay posters para descargar y ponerlos. “Fomenta a tus clientes a abandonar ese hábito y que disfruten de una gran comida y gran conversación. Sólo mira cómo cambia el ambiente una vez que las personas hagan contacto real entre ellos mismos”.
  •   Incluso, hay una invitación para que en las bodas no se haga Phubbing, sino que estén atentos al evento.
  • Al salir a comer o a algún lado con amigos, se propone jugar “Phublotto”; consiste en dejar el celular en una parte de la mesa junto con el de todos los amigos y el primero que agarre el aparato, paga la cuenta.
  •  Una persona siempre carga el celular para comunicarse y en caso de emergencias, pero al entrar a un lugar, ya sea el cine o un establecimiento con acompañantes, se sugiere dejarlo en el bolsillo o en la bolsa, no será necesario si se convive con las demás personas. 

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